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La pequeña cascada topó con unas manos que querían tener todo el agua y beber de ella, pero el agua se escapaba entre los dedos. El agua caía a la tierra, inútil para la sed de las manos.
- Seré fría - pensó el agua, y se volvió hielo, entumeciendo las manos que la esperaban.
- Seré ligera - volvió a pensar el agua, que se convirtió en vapor, escapándose en todas direcciones.
Finalmente, el agua decidió seguir siendo la cascada que se escurría, suave y lentamente, entre los dedos.


A veces, ni la historia puede.

So come with because you and me, we're history